TENTE

TENTE, UN GRAN NOMBRE EN JUEGOS DE CONSTRUCCIÓN.
Exin, Borrás, Hasbro, Colecciones y Modelos de sus series Astro, Ruta, Mar, Oceanis, Aire, Scorpion, Cosmic, Roblock, Titanium, Alfa, Combi, Variant, Pocket, Mini y Micro.

26 marzo, 2020

Roblock 0778.
El niño bonito.


TENTE Roblock 0778. Keramic. Exin. 1988.

Keramic parece el hermano mayor de Redox [ver], el cual hizo aparición en catálogo el mismo año con referencia correlativa. Ambos se transforman en una suerte de nave espacial y, al contrario que la mayoría de modelos de esa talla de la serie, el set llegaba sin figuras articuladas como tripulantes. Quizá por la supuesta escala imaginaria que tendría semejante nave espacial.



Tanto la cara de este modelo como la de su "hermano" siempre me sugirieron haber sido inspiradas por las de las navecillas de la película Nuestros maravillosos aliados, de 1987 ("Batteries not included" como título original); aunque más la de Keramic, que parece más dulce. Esta dulzura armoniza muy bien con el color blanco escogido para él y el azul cielo presente en algunos de sus adhesivos; ambas cosas que resultan igualmente chocantes para un modelo que hace gala de sus tintes de ficción sin dejar de lado cierto carácter bélico. Hay que destacar en esta línea la composición de su brazo izquierdo, que está básicamente compuesto por un arma de fuego tan compleja como atractiva.



Se trata de un modelo mediano como la mayoría, no muy esbelto, pero con un largo cuello y grandes pies cuyas plantas, en modo nave, generan un particular plano vertical bajo la cabina, generando un perfil poco aerodinámico. Cierto es que en el espacio exterior no es necesaria la aerodinámica, dado que no hay aire ni otro fluído que oponga resistencia al avance; pero ya que los vehículos que se mueven separados de las superficies sólida o líquida terrestres al menos en parte de su desarrollo presentan esas formas convenientemente aerodinámicas, sobre todo si se pretende que alcancen altas velocidades, nos resulta un poco extraño a la vista que una nave espacial no la tenga a pesar de ser innecesaria (tanto es así, que los modelos de naves humanas de las series de StarTrek, por ejemplo, se rediseñaron para dotarlas de formas más aerodinámicas que nos sugieran esas altas velocidades cuando se mueven por el hiperespacio).



Las simpáticas alas de su casco-espalda y cabina-cabeza resultan pequeñas para el sustento en una atmosférica como la terrestre, por lo que pueden considerarse meros alerones para controlar la dirección y no un eventual planeo.





La estructura maciza de sus dos brazos es breve, y ninguna de ellas va provista de pinza para coger y/o agarrar cosas, sino que se dedican exclusivamente a ser los soportes bien articulados de sendas armas. Por contra, sus piernas y, sobre todo, sus pies no son proporcionalmente pequeños. Además es donde la nave tiene anclados los propulsores.





23 marzo, 2020

Catapulta ballesta romana


Catapulta ballesta romana.
Cosmic. Diciembre de 2019.

Con objeto de presentar una propuesta a uno de los concursos de construcción de la comunidad de aficionados de www.tenteros.land, construí este modelo que presento con colores impropios, aunque podría construirlo con mis propias piezas cambiando las marrones por rojas y el mástil negro que hace aquí de ballesta por uno marrón. Debo indicar que en esta recreación virtual no tenía opción de añadir la cuerda de tendones que hace fuerza para lanzar el proyectil ni la que tira del brazo hacia abajo para poderlo cargar y tensándolo al mismo tiempo.




Cuando se propuso el tema a votación, inicialmente no me atraía, pero recordé que de pequeño tuve una pareja de Airgam Boys que eran soldados romanos acompañados de una catapulta que me encantaban. Tanto que varios años pedí a los Reyes Magos el barco romano de dichos muñecos mientras la mayoría de los niños de mi edad suspiraban por el barco pirata de Playmobil. Nunca me lo trajeron. La catapulta, por contra, duró muchos años a mi lado. Lo que no recuerdo es qué fue de los muñecos, mientras que, en cambio, los de Playmobil que tuve duraron muchos más años, y tengo un claro recuerdo de como y cuando se los regalé a unos de mis primos pequeños (al tiempo que negué rotunda e insistentemente a mi madre regalarles mis piezas de Tente, cosa de la que me he alegrado toda la vida, porque, a veces más, a veces menos, siempre encontraba huecos a lo largo de cada año para jugar con ellas, sin importarme estar en edad de cumplir con el servicio militar, obligatorio entonces para los españoles varones, ni estar cursando una carrera universitaria).